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Prosiguen los trabajos en Sebastia – la experiencia de una arqueóloga italiana que trabaja allí

Giacomo Pizzi18 enero 2011

SebastyaUna experiencia nacida un poco por casualidad tras una búsqueda en internet: y así es como Morena Tramonti, una joven arqueóloga italiana, descubrió la existencia del proyecto “Sebastia”, promovido por ATS pro Terra Sancta, y partió hacia Tierra Santa para dedicar algunos meses a la actividad que durante varios años se viene realizando en la ciudad palestina.

¿Cómo conoció el proyecto Sebastia y que le llevó a decidir participar en él?

Lo conocí con una búsqueda en internet. Quería conciliar mi capacidad profesional con una actividad que tuviera un fin social útil. Esto debido al hecho de que el trabajo arqueológico que desarrollo actualmene en Italia no es muy satisfactorio desde un punto de vista de utilidad social, en el sentido que de que ahora invertir en el patrimonio cultural es la última de las preocupaciones de nuestro país. Inicié una simple búsqueda de arqueología para el desarrollo, y tras proyectos agrícolas en Sudamérica y otras cosas más lejanas a mi capacidad, apareció el proyecto Sebastia de ATS pro Terra Santa.
¿De qué se ocupa exactamente en Sebastia?

Estoy especializada en arqueología medieval,  con una tesis en arqueología de la arquitectura. En Sebastia, durante una intervención de recuperación de algunos edificios en el núcleo histórico de la ciudad, adyacente a la básilicia de S. Giovanni Battista, se ha encontrado un pequeño edificio religioso fortificado, muy revisado en épocas sucesivas pero bien conservado. Los edificios tenían que reformarse como centros juveniles pero una vez vista su naturaleza, los responsables del proyecto, el arqueólogo Padre Michele Piccirillo, la doctora Carla Benelli y el arquitecto Osama Hamdan, han optado por una restauración que valorizase el sitio como tal. Lo que he hecho en Sebastia en dos meses ha sido estudiar su estructura y las técnicas de construcción utilizadas desde un punto de vista arqueológico, y encontrar comparaciones en el territorio, para comprender la primera implantación y comprender cómo y cuándo se transformó hasta su forma actual.

Desde un punto de vista arqueológico, ¿Sebastia es cómo se la imaginaba?

Diría que no, no me esperaba un sitio de estas características. De Sebastia conocía la información editada sobre las excavaciones arqueológicas y los estudios sobre la catedral pero no tenía ni idea del valor  histórico de los edificios recuperados, que son notables. Creo que se puede profundizar en la búsqueda, porque allí se conservan cosas muy interesantes. En cuanto respecta al proyecto también. Había leído bastante para saber que cosas se hacían en Sebastia, a nivel de actividades, restauraciones y de iniciativas, pero hasta que no he empezado a comprender que tipo de territorio se encuentra desde un punto de vista sociopolítico, no he comprendido su verdadero valor. Creo que es un caso raro de tutela y valorización, en un territorio masacrado. También creo que el fin de utilidad social es único.

¿Cómo ha vivido en una ciudad tan pequeña, aislada de grandes núcleos habitados?

En general de una forma relajada, la vida en esta localidad es lenta, las personas tienen tiempo para estar juntas, para contarse cosas. Se entra en una dimensión de familiaridad muy estrecha , en la que no se siente uno aislado. Hemos sido acogidos muy rápido. Con una acogida así la comodidad de una ciudad para mí ha pasado a segundo plano. Y en el tiempo libre he aprendido muchas cosas: a cocinar falfel y humus, a crear pequeños mosaicos, he tomado también algunas lecciones de árabe.

¿Cómo es la relación con los habitantes de la localidad, tanto en el trabajo como en la actividad extraprofesional?

Se han mostrado dispuestos y también pacientes. Me han dejado conocer bien su territorio desde un punto de vista arqueológico y siempre se han mostrado dispuestos a colaborar cuando he necesitado su ayuda.

Para el resto del tiempo me han hecho sentirme como en casa, protegida y arropada, y teniendo en cuenta la dificultad (no hablo ni una palabra de árabe) y las diferencias culturales no me he sentido extranjera. Son personas muy comunicativas que han querido hacerse conocer y explicar su punto de vista, sus creencias, su rutina y su buen humor, la sonrisa, las ganas de bromear y de ser espontáneos. Ha sido muy instructivo desde un punto de vista humano.
¿Cómo percibe, según tu opinón, la población local el proyecto?

Creo que la población está dividida sobre esta cuestión: quienes creen en el proyecto, que tienen ganas de participar y quienes no saben de que cosa se trata. La vida en la población a veces es inmobil, y mi sensación es no obstante que aunque sea pequeño y los habitantes cerca de 3000, muchos están en la sombra. Pero creo que esto depende de una actitud un poco desinteresada, no debido a la naturaleza del proyecto. Quien ha creido en el proyecto está convencido y ha comprendido los valores y está a favor de que siga adelante. No creo que alguien sea contrario, el impacto sobre la población es positivo, e imagino que también los más conservadores  no pueden estar en contra de un desarrollo de este tipo.

¿Cuáles son, según usted, la potencialización turística de Sebastia, también desde un punto de vista de recursos arqueológicos y de trabajos en el lugar?

Creo que son altas, pero serían más en un territorio menos complicado. Desde un punto de vista arqueológico todavía muchas cosas tienen que salir a la luz y se trata de estructuras imponentes que podrían realizarse tras una buena restauración dado el estado de conservación en el que se encuentran. Para el proyecto ahora mismo todo lo que se ha obtenido está por encima de cada expectativa, vistas las inumerables dificultades. Pero las bases son sólidas, la voluntad y el entusiasmo no faltan, la competencia en juego son muchas y las personas convencidas, participantes y la gente que lo apoya están determinadas a seguir sobre esta línea. Los turistas con los que he podido intercambiar algunas palabras están muy contentos de estar en Sebastia, también hay gente que regresa a menudo por el placer de pasar una jornada en un lugar muy bonito y en esta atmósfera laboriosa y genuina que aporta esperanza. Es importante que las personas se acerquen a esta realidad, el turismo es un medio de comunicación potente. Auguro que el proyecto de Sebastia continuará y contagiará el territorio, convertiéndose en un tipo de renacer, seguramente lento pero legítimo.

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