Sin categoría

Sebastia: inauguración de la exposición en la Universidad Católica de Milán

Giacomo Pizzi8 marzo 2011

Dos horas intensas de arqueología, belleza y sociedad condensan la historia milenaria del pequeño pueblo de la antigua Samaria. El saludo del Rector de la Universidad Católica, Lorenzo Ornaghi, inaugura la exposición con el sonido de una simple y luminosa frase “entrar en el corazón de la realidad, allí donde está (referiéndose al padre Custodio)”.

La sala estaba llena de estudiantes, periodistas, profesores universitarios y en presencia de muchos padres franciscanos, donde vibraban a la espera de saber más, conocer el “pequeño ejemplo” en cuya arqueología y terriotorio se encuentran. Introducida por el profesor Rossi, la doctora Carla Benelli, todos llevan en el pensamiento al hombre que le ha cambiado la vida y que ha deseado tanto el proyecto en el sitio de Sebastia, el padre Michele Piccirillo. Entre una capilla, preciosos mosaicos bizantinos y una actual mezquita, se descubre no sólo el lugar en el que casi seguro fue sepultado el cuerpo de Juan Bautista, sino también el lugar en los que los últimos años va viendo la luz una entera ciudad medieval que los cruzados habían edificado alrededor de su catedral.

Gracias a ATS pro Terra Santa, la Custodia de la Tierra Santa ha podido trabajar sobre “un lugar donde no tiene una propiedad directa sobre él, sino sobre la que – como ha dicho el Custodio en su intervención final – tiene una altísima responsabilidad moral”. Desde 2005 se han iniciado los trabajos en una zona que, como ha explicado el arquitecto Osama Hamdan, se encuentra bajo la autoridad sea civil sea militar palestina. La convivencia de los habitantes del pequeño y pobre pueblo de la antigua Sabastija ha sido condición sine qua non para la realización y el desarrollo del proyecto: dar a conocer a las personas que son herederas de un glorioso pasado y de un excepcional valor, recurso cultural pero también económico. Se trata de un caso ejemplar de integración entre el mundo científico y la realidad social, entre el mundo cristiano y el mundo musulmán, donde el cristianismo vivido según el carisma franciscano entra en la vida de las personas no desde lo alto, sino desde lo bajo, mostrándose para aquello que es pura gratuidad. Mucho queda todavía por hacer, pero las fechas y la actividad que hoy se realizan se nos muestran como un fruto excepcional, pero resultando normal, real, concreto de aquello que un trabajo bien programado y valorizado puede aportar.

Testimonio de Daniela Massara, voluntaria de ATS pro Terra Santa.