Lamentablemente, nuevos temores e incertidumbres pesan sobre el futuro del pueblo libanés. El peligro de la intensificación de la guerra es cada vez más concreto.
Un cohete impactó en los suburbios del sur de Beirut causando tres muertos y heridos, destruyendo un edificio de ocho pisos y dañando el hospital cercano. Miles de libaneses, especialmente mujeres y niños, ya se han visto obligados a abandonar sus hogares en el sur para trasladarse a zonas más seguras: las ya dramáticas condiciones de vida de la población empeoran cada hora.
En los 5 años transcurridos desde la explosión en el puerto de Beirut, la normalidad del pueblo libanés se ha desvanecido y las familias han perdido toda la seguridad que tenían: nuestros centros de emergencia reciben cada vez más solicitudes de familias que no pueden llegar a fin de mes.