De Sicilia a Belén, los franciscanos en ayuda de los más pobres
La colaboración entre la Organización sin ánimo de lucro (OSAL) frate Gabriele Allegra, la ONG de los Frailes Menores Sicilianos, y los franciscanos de Tierra Santa, a través de ATS pro Terra Sancta.
La OSAL Allegra siempre ha estado atenta a las necesidades de los más olvidados, en especial de Tierra Santa y de Belén, el lugar favorito de San Francisco.
Cada año, la ONG Allegra da apoyo importante a varios proyectos: los donativos recogidos han permitido durante estos años ayudar a los más olvidados de Belén, en una realidad socio-económica en la que a menudo existe el riesgo de perder la esperanza.
Los proyectos financiados en 2014 son diversos:
1- La asistencia a los niños discapacitados en el hogar familiar Hogar Niño Dios, el hogar de 25 niños con discapacidad, que de otra manera tendrían ninguna ayuda.
2- La asistencia a la Casa del Fanciullo, un instituto fundado en 2007, como miembro de Terra Sancta College, con el objetivo de abrir una nueva ventana de esperanza, oscurecida por la penumbra de la pobreza y la miseria, a los niños que viven una realidad dolorosa.
3- El apoyo al Terra Sancta College, la escuela más antigua de Belén, con una contribución que se destinará al mantenimiento de la estructura de becas para los niños necesitados.
4- La ayuda a la Scuola Elementare delle Suore del Rosario, una escuela que recoge y permite estudiar a los niños más pobres de Belén.
5- Una contribución directa a la Oficina de Servicios Sociales de los franciscanos de Belén, que se ocupa de ayudar a las familias cristianas que luchan en un mundo que carece de todos los servicios sociales, psicológicos y el bienestar.
6- El proyecto Belén también es anciana, promovido por ATS pro Terra Sancta en apoyo de las Hermanas de la Società Antoniana que cuidan de los ancianos en Belén, especialmente vulnerables y en riesgo de exclusión social.
La contribución de la ONG Allegra permitirá a las personas que utilizan los servicios ofrecidos en este contexto pasar una Pascua más feliz y, sobre todo, a vivir la esperanza de la resurrección, no sólo en la oración, sino también en la vida diaria, en las situaciones particulares de dificultad.
Agradecemos a todos nuestros benefactores, rezando para que la Providencia siga actuando a través de ellos y devuelva la esperanza a los que están a punto de perderla.