El personaje del mes: Naila, Asistente Social en Belén

Giacomo Pizzi3 junio 2015

En estos meses, la Asociación pro Terra Sancta lanza la iniciativa «el personaje del mes»: le mostraremos, cada mes, una persona que vive en Tierra Santa, para acercarnos más a las piedras vivas y permitir respirar la realidad de estos lugares.

La primera es Naila Nasser, una trabajadora social en el Franciscan Social Services Office de Belén, los servicios sociales la oficina de la Custodia de Tierra Santa en Belén.

Naila, ¿nos cuentas un poco de tu trabajo?

«Estoy muy contenta de trabajar como asistente social, creo que escuchar los problemas de la gente y ayudarles a encontrar una solución es realmente importante. Aquí, en Belén, las personas están sufriendo a causa de la situación económica de toda Palestina: muchos no pueden tener un trabajo regular, o contar con un sueldo fijo; no tienen la posibilidad de comprar suficiente comida, pagar el alquiler o las cuotas escolares para sus hijos, comprar ropa. Incluso muchas familias no tienen los medios para pagar el tratamiento médico o medicinas, porque son demasiado caros”.

¿Cómo llegaste a trabajar aquí?

«Hasta hace 10 meses trabajaba como asistente social en el hogar y centro de ancianos de la Sociedad Antoniana de Belén, pero cuando me propusieron cambiar de lugar de trabajo y poner mi experiencia al servicio de los necesitados que acuden al Centro de escucha de la Custodia, me alegró mucho aceptar el nuevo desafío”.

¿Qué cosas específicas haces en día de trabajo?

«Mi trabajo se divide, durante la semana, entre días en la oficina de acogida y escucha a las personas necesitadas, y las mañanas destinadas a visitas a domicilio, especialmente de ancianos y enfermos. Yo trato de apoyarlos moralmente, haciéndoles sentir cercanía a sus problemas. Yo ofrezco, además de escuchar, vales para la compra de alimentos y medicinas, ropa o zapatos, según sea necesario”.

Naila, ¿qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Algunas personas se sienten muy solas y ven una gran ayuda llamarme ¡incluso sólo para desearme una buena mañana! Es lo que más me gusta de la vida en Belén, y en mi trabajo: las personas, su amabilidad y su hospitalidad. A pesar de sus difíciles situaciones políticas, económicas y sociales, los palestinos nunca abandonan la esperanza de un futuro mejor ni dejan de buscar algo por lo que se puede dar gracias cuando llega la noche.

¿Qué le dice a aquellos que han decidido apoyar estas obras de los Franciscanos en Belén?

«Lo que veo todos los días es que la Providencia tiene un gran corazón, y es una suerte que estas personas puedan contar con los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa y los muchos amigos que nos apoyan desde lejos.

¡Sin el apoyo de los frailes y benefactores, de hecho, la mayoría de los palestinos de la fe cristiana habría emigrado a otra parte!

Lo que veo en mi trabajo es que la Custodia hace una importante contribución a jóvenes y adultos en el ámbito social y educativo-didáctico, pero abarcando la esfera nutricional y sanitarias. Por lo tanto, la asistencia de FSSO, Franciscan Social Services Office, es una ayuda a 360 grados mirando a toda la persona, en su humanidad más real, sin perjuicio de raza, sexo o religión. Y para ello tenemos que agradecer a muchos amigos, que nos recuerdan todos los días! «