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Emergencia de la luz: cae la obscuridad en Siria

Amy Rodriguez11 junio 2021

Solamente hay dos horas de electricidad por día, y dos ampere por semana, (en total son 2€, 3.000 liras sirias). Con la electricidad pública es posible mantener 4 lámparas prendidas o una heladera siempre por dos horas diarias por día, normalmente al mediodía y de noche. 

Después, sobre Siria cae la obscuridad de la noche y de la crisis energética que sigue existiendo en el país debido a los impuestos de Estados Unidos y Europa, y la población se encuentra aún más de rodillas. 

Crisis económica y emergencia eléctrica 

Debido a la crisis, el paro en Siria es desenfrenado. Los que siguen trabajando y ganan un sueldo promedio de 650.000 liras sirias por mes, (o sea alrededor de 500€), ahorró y compró un generador alimentado con gasolina. 

Tras haber hecho pacientes colas en los distribuidores, esperando un tanque tardando un día entero, los más afortunados aún pueden encender los generadores por unas horas más. Los que no lograron cargar gasolina solamente pueden comprar todo en el mercado clandestino, con precios muy altos. 

Las familias y los edificios incluso se organizaron para tener dos cuadros eléctricos en la casa: uno normal y otro alimentado por los generadores que se activa cuando se corta la luz. Pero si una de las familias no logra pagar la cuota mensual, no hay energía para nadie. 

Tal vez los hospitales son los únicos edificios que tienen una alimentación constante. En cambio, en las casas privadas y en las oficinas, se pueden mantener encendidos los electrodomésticos y las computadoras juntos por pocos minutos, con el riesgo de sobrecargar todo y cortar la luz. 

Cuando la vida se basa en la luz de una lámpara privada

Toda la vida laboral y privada de los sirios, se basa en aquellas pocas horas en que, por milagro, hay electricidad. Los niños que estudian son los más afectados, porque la falta constante de la electricidad impidió desarollar las clases virtuales. 

Entonces, el Estado decidió terminar el año escolar con meses de anticipación. El abandono escolar aumentó y el trabajo infantil volvió a ser una triste realidad. 

En el mundo laboral regular, sobre todo en el sector secundario y terciario, para los que sobrevivieron a una tremenda cantidad de despedidas, queda una rutina totalmente invertida. 

Red eléctrica y red solidaria

Pero donde falta la red eléctrica, nació otra red, la red de la solidaridad entre familias y personas. Los sirios enfrentaron la nueva crisis con una nueva conciencia, que solamente unidos se puede encontrar una solución.

Por lo tantos, los edificios y barrios volvieron a ser pequeñas comunidades donde compartir los pocos recursos que quedan es fundamental para la supervivencia de todos. 

Gracias a este empuje vertical, a los esfuerzos del equipo local de Pro Terra Sancta, y a la ayuda de nuestros sostenedores, a partir de febrero de 2020 logramos explotar esta red que ya existía, para apoyarles a más de 300 familias. 

Con pequeños aportes económicos, logramos ayudarle a una familia a comprar la gasolina necesaria para tener la electricidad mensual. Pero las solicitudes aumentan y las familias que se dirigen a nosotros llegaron a ser más de 3000.

La respuesta de Pro Terra Sancta a la emergencia de la luz

Ahora, Pro Terra Sancta quiere desarrollar un proyecto que responda a una necesidad inmediata: tener la mínima energía vital, y realizar un plan a largo plazo, o sea encontrar fuentes de energía alternativa que garanticen un abastecimiento constante de electricidad. 

Nosotros varias veces asumimos la oportunidad de pulsar un interruptor. La próxima vez en que ustedes prendan una luz, piensen encenderla en Siria, para Siria.