siria

«En Siria solo hambre y miseria, ¡no nos abandonen!»: El llamamiento del hermano Bahjat de Damasco

Giacomo Pizzi16 junio 2020

Bahjat de Damasco no come la píldora: la situación en Siria es muy grave. Los tonos son alarmantes: «Puedo decir sin exagerar que hoy hemos dejado atrás el término pobreza, hoy hablamos de miseria». La crisis económica de posguerra empeoró con el paso de los días. Siria ya no es noticia y los medios de comunicación occidentales no parecen preocuparse por la situación. «Muchos piensan que Siria ha pasado por tiempos difíciles, tiempos de violencia y bombardeos, pero hoy vivimos en una situación muy crítica, que nunca he experimentado desde que llegué aquí en el apogeo de la guerra en 2016», declara fra Bahjat con una fuerte preocupación Lo que no hizo la guerra ahora corre el riesgo de darle hambre. La lira siria está perdiendo valor precipitadamente: solo piense que hace unos meses un dólar equivalía a 1000 liras sirias, mientras que hoy corresponde a 3200.

La administración Trump ha lanzado fuertes sanciones económicas contra Siria (ya llevadas a cabo en 2019). El decreto «César» es descrito por el Congreso de los Estados Unidos como un acto destinado a ayudar a la población siria, pero de hecho marca su ruina. El «acto César», que es el resultado de la colaboración de republicanos y demócratas, será devastador para Siria y, en particular, para los más pobres. «La ley César para la protección de los civiles sirios y la ley César para la destrucción de los civiles sirios podría muy bien llamarse», comenta el padre Bahjat.

«Como iglesia nos mantenemos cerca de la gente y tratamos de no dejar que nadie duerma sin pan», pero el Padre Bahjat es consciente de que sin ayuda no podrá cumplir esta promesa por mucho tiempo. Él dice que «un hombre de familia tiene que trabajar un mes entero para comprar un par de kilos de carne, que se usa un salario anual para pagar las tasas escolares de un niño».

Pro Terra Santa se ocupa de estas solicitudes de ayuda. Tal como sucedió con la población siria durante los brutales años de guerra, no retrocede ahora, cuando la catástrofe económica corre el riesgo de aniquilar las pocas esperanzas que quedan. «No podríamos continuar nuestra misión sin su apoyo, sin su caridad – Fra Bahjat admite honestamente – y ya les agradecemos por haber escuchado este llamado y por haber respondido generosamente».