Festival “Bajo la torre” en Betania: Involucrando a toda la comunidad en la conservación para el desarrollo futuro
“¡Quien no conoce su pasado, no tiene futuro!” Lo dice Carla Benelli, coordinadora de los proyectos culturales de la Asociación Pro Terra Sancta, al término de su intervención durante la inauguración del festival que tuvo lugar el 1 de mayo en Betania (en árabe Al-Aizaria). El título del festival, “That Al-Qanatir”, literalmente “Bajo la torre”, en referencia al edificio más llamativo de la ciudad vieja de Betania, en las inmediaciones de la tumba de Lázaro.
Y en general es cierto: Quien no conoce su pasado no podrá nunca construir verdaderamente un futuro. Pero es aún más cierto para la ciudad de Betania que desde su pasado —desde su patrimonio histórico, religioso y cultural— puede realmente traer un enorme beneficio.
Es por ello que el festival, organizado por el ayuntamiento de Betania, junto a las asociaciones juveniles locales, la Asociación Pro Terra Sancta y el Mosaic Centre de Jericó —con la colaboración de la ONG Misereor y de la Agencia Italiana para la Cooperación al Desarrollo (AICS)— contó con la participación de una buena parte de la comunidad local, de asociación y pequeñas cooperativas de artesanos, además de importantes personalidades, como el alcalde, Musa Al-Shaer, el ministro y gobernador de Jerusalén, Adnan Al-Husseini, el ex ministro del Gobierno Local, Hussein Al-Araj y el cónsul italiano Luigi Mattirolo.
En sus intervenciones todo destacaron la importancia de Betania en el contexto histórico y cultural del territorio, y agradecieron el trabajo de la Asociación Pro Terra Sancta y del Mosaic Centre que desde hace año trabajan para la restauración y la conservación del lugar arqueológico entorno al terreno de la Custodia de Tierra Santa, y para ofrecer oportunidades concretas de desarrollo económico y social, especialmente a los jóvenes y mujeres.
La esperanza es conseguir crear un recorrido turístico entorno a la tumba de Lázaro, actualmente visitada por muchísimos peregrinos, y crear las condiciones para que las organizaciones de la sociedad civil den un nuevo impulso a las actividades económicas y culturales. Se han implicado en el proyecto una cooperativa de mujeres, especializada en productos artesanales, estudiantes y profesores de la Universidad Al-Quds, y los formadores especializados de la Universidad Católica de Milán.