Nadim

Jóvenes en el Líbano: la historia de Nadim

Giovanni Caccialanza4 marzo 2022

Los jóvenes en Líbano pueden sufrir terriblemente; sus historias son como callejones oscuros, en la realidad de este país. Y es bueno arrojar luz sobre ellos.

Muchas personas habían estado luchando durante mucho tiempo antes de la grave crisis económica, y su situación actual es aún peor. Los jóvenes del Líbano también sufren mucho por las dificultades económicas

Nadim: un joven en el Líbano

Nadim, una de las personas a las que hemos acogido, es un joven libanés de 23 años que creció sin haber conocido a sus padres. Todavía era un niño cuando su madre tuvo que dejarlo en un orfanato, donde pasó sus días con el miedo por lo que serà la mañana.

Personas como Nadim se ven privadas de todos sus derechos civiles, es decir, no están registradas como ciudadanos y no tienen documentos oficiales para ingresar a las escuelas, tener un trabajo, ser hospitalizados y tener seguridad social o la cobertura.

Después de dejar el orfanato a la edad de 17 años, Nadim estuvo sin hogar durante mucho tiempo y durmió en la calle todas las noches y con el estómago vacío. Tenía que vender su ropa para comprar cualquier cosa para comer.

Trató de encontrar un trabajo que no requiriera documentos, pero era como si siempre se representara un obstàculo. En lugar de preocuparse por cómo aprobar sus exámenes finales de la escuela secundaria y a qué universidad asistir, Nadim estaba buscando un techo sobre su cabeza y comida para no desmayar.

Una vida difícil

Algunos amigos que conoció en la calle decidieron ayudarlo, al menos hasta que pudo cuidarse.

Pero la situación en el Líbano obligó a Nadim a pedir ayuda de nuevo. Sus pensamientos seguían siendo las pocas posibilidades que tenía de encontrar una salida a su miseria, mientras que los empleados apenas podían llegar a fin de mes.

Aunque ya no es vagabundo, la «casa» en la que vive no permite condiciones de vida decentes: no hay cocina ni calefacción, solo una pequeña habitación con un baño que funciona mal y una cama casi rota.

La ropa de Nadim es polvorienta y son todos regalos de un amigo que conoció mientras vivía en la calle.

El accidente y el miedo

Por si fuera poco, el joven fue atropellado por un coche hace unos meses y ni siquiera puede conseguir comprarse los medicamentos.

Desde el accidente, Nadim ha seguido pensando en su vida, su infancia, y todas las dificultades que ha sufrido y que le han llevado a una condición psicológica inestable, con graves ataques de pánico.

En las últimas semanas, ha tenido miedo de estar solo ya que estos ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento. Una repentina ola de miedo e malestar lo invade cada vez que está solo. Su corazón comienza a latir rápido. Tiene escalofríos y suda mucho. El temblor, la dificultad para respirar y el dolor en el pecho se acompañan de debilidad en los movimientos y mareos. Su falta de conocimiento y varios colapsos lo llevaron a la sala de emergencias más de diez veces en menos de una semana con la ayuda de su amigo, el cual se aseguró de que lo trataran bien.

La vida de Nadim ha sido una montaña rusa desde que nació. La injusticia de nuestro mundo ha condenado a un niño que no cometió ningún crimen. Sus únicas peticiones son poder comer una comida caliente y permanecer en el calor de una habitación. Desafortunadamente para él, estas demandas son un lujo que no puede permitirse.

Pro Terra Sancta para jóvenes en Líbano

Profundizando en esos callejones oscuros, veremos que este rayo de luz, representado por la ayuda que nosotros de pro Terra Santa brindamos, es lo que mantiene a personas como Nadim en marcha. Hemos conocido al joven hace poco tiempo, y los frutos de nuestro encuentro con él todavía están inmaduros. Pero comenzamos a entender que este es un posible nuevo comienzo.

Es una esperanza a la que se aferran los jóvenes del Líbano. Porque sin esperanza, la oscuridad es todo lo que queda.

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