Basilica del Getsemani
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La Basílica de Getsemaní ya se puede visitar en todo su esplendor

Giacomo Pizzi12 noviembre 2013

Después de 18 meses de trabajo la Basílica de Getsemaní  vuelve a gozar de su antiguo esplendor: se  han terminado de restaurar los preciosos mosaicos y los 5000 peregrinos que cada día visitan la Iglesia de la Agonía en Jerusalén se podrán entretener de nuevo caminando entre las antiguas naves y mirando hacia arriba , inmersos en una ambientación nocturna reforzada precisamente por los mosaicos en los que, sobre un fondo azul oscuro, se enciende el cielo estrellado enmarcado entre ramos de olivo.

La gran basílica de las 12 cúpulas, proyectada por el arquitecto italiano Antonio Berluzzi con la contribución de diversos países de todo el mundo (de ahí el nombre de «Basílica de las Naciones»), fue terminada en 1924 y desde entonces no había sido restaurada. Por esta razón la Custodia de la Tierra Santa decidió, obligada por las marcas que el tiempo ha dejado bien impresas en las cúpulas de la iglesia, renovar uno de los lugares más importantes de toda la cristiandad, a pocos pasos del huerto santo donde todo se combina para evocar la escena nocturna de aquel jueves de Pascua, cuando entre las hojas de los olivos y a la luz de la luna, Jesús experimentó la agonía y el abandono a la voluntad del Padre.

«Los franciscanos podrían haber encomendado el proyecto a trabajadores procedentes del extranjero, afirma Carla Benelli, responsable de los proyectos culturales de ATS pro Terra Sancta, pero han escogido invertir en la formación de jóvenes palestinos de la zona».  Seis jóvenes del este de Jerusalén, de los cuales cinco son musulmanes, han sido entrenados durante estos meses por dos preparadores procedentes del Mosaic Centre de Jericó. Y así han aprendido a trabajar con mosaicos de un gran valor artístico. «Confiar la restauración de la basílica cercana al monte de los olivos a jóvenes musulmanes ha sido un reto, explica Benelli, pero están muy agradecidos y orgullosos de haber participado en este trabajo de conservación«.  Además de las marcas dejadas por el tiempo también entran en juego las de la historia más reciente. En el majestuoso mosaico del tímpano, donde está representado Jesús como mediador entre Dios y la humanidad, se han encontrado marcas dejadas por proyectiles que se dispararon contra la fachada durante la Guerra de los Seis Días en 1967. El proyecto ha obtenido el apoyo del Programa de Sostén a los Municipios de Palestina (PMSP) del Consulado General de Italia en Jerusalén, del Municipio de Rovereto, de la Fundación Obra Campana de los Caídos y de la Fundación de la Caja de Ahorros de Trento y Rovereto.

El Custodio de la Tierra Santa y presidente de ATS pro Terra Sancta, el padre Pierbattista Pizzaballa, ha subrayado muchas veces la importancia y el valor educativo de este trabajo. Más de mil niños de Jerusalén de entre 8 y 12 años han venido en estos meses a visitar la iglesia, abierta exclusivamente para ellos durante  el horario de cierre, de 12 a 14 horas. Muchos de ellos ni siquiera conocían este patrimonio de la humanidad, conocido y venerado por millones de personas. «Cuando van a la escuela por la mañana los niños ven hileras de autocares haciendo cola y peregrinos que se bajan de ellos, por lo que se preguntan: ¿y por qué precisamente ahí?». Los frailes franciscanos han pensado por lo tanto en favorecer las visitas escolares para hacer que los pequeños herederos de este patrimonio conozcan una iglesia que les pertenece también a ellos, a los niños musulmanes y cristianos. «La mayoría de las veces se quedan perplejos al ver un lugar tan precioso y tan cerca de sus casas, en el corazón del este de Jerusalén». Nunca se lo habrían imaginado. Tal es así que incluso una niña musulmana le preguntó a los frailes al final del tour: «¿puedo volver de visita con mis padres?».