«La caridad es el primer mandamiento»: el testimonio de los centros de Alepo verano

Giacomo Pizzi26 julio 2016

Ayer tuvo lugar la reanudación de Centros de Alepo verano, interrumpido debido a una nueva escalada de la violencia en los últimos días. En la zona del Colegio franciscano de San Antonio (entre los lugares de la Custodia apoyados en los últimos años por el pro Terra Sancta) se lanzaron decenas de cohetes por los yihadistas. No hay daños al convento, pero el barrio se vio gravemente dañado.

Desde la ciudad que se ha convertido en el símbolo de la guerra en Siria, el padre Firas Lutfi escribe lo siguiente:

«Un cohete cayó en un parque de atracciones, causando la muerte de muchos niños que se divertían durante la fiesta de Eid al-Fatr (la fiesta musulmana del sacrificio). El hospital en frente de la escuela no pudo attender sin tardanza a todos los heridos y mutilados, quienes en su mayoría eran niños. Esa noche no pude dormir durante toda la noche. Disparos y bombardeos sin cesar. Una de las mujeres asociadas con mi convento perdió su casa debido a un misil que destruyó casi todo. […] En resumen, aún nada se resuelve. Se habla de tregua, pero la idea es abandonada antes de que fuera concebida! Seguimos en manos del Señor. Ruega por nosotros para que el Señor nos conceda la paz, tan esperada.”

Las víctimas son al menos 40, heridos más de 200. Por esta razón, las actividades del campamento de verano comenzaron de nuevo con una visita de los niños a sus amigos y compañeros heridos. Porque, como explica el P. Firas, «La caridad es el primer, tal vez el único, mandamiento. Ésto es lo que enseñamos el campamento de verano de los niños.»

Incluso en un momento tan terrible para Francia y el mundo entero, el testigo implacable de la comunidad cristiana de Alepo nos deja sin palabras. Para apoyar a esta presencia de la misericordia en nuestro tiempo, la cual es la reacción auténtica contra el mal, y la cual crea una posibilidad real para dar un sentido de esperanza a la Siria, esperanza para un futuro más hermoso y más justa.

Apoye a los franciscanos en Alepo!