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La Pascua desde Jerusalén: la narración de los voluntarios de ATS pro Terra Sancta

Giacomo Pizzi1 abril 2018

Con motivo de la Pascua hemos decidido contaros cómo viven los ritos de la Ciudad Santa los colaboradores y voluntarios de ATS pro Terra Sancta. Desde Jerusalén el testimonio de quien a diario se desvive para ayudar a mantener la esperanza de Tierra Santa celebrada hoy en aquella tumba para toda la Cristiandad.

 

«Después de haber vivido la Navidad en Belén tengo curiosidad por poder vivir la Pascua precisamente aquí, en la Ciudad Santa, donde todo se ha cumplido». Habla Lapo que, como otros voluntarios de ATS pro Terra Sancta de Jerusalén, espera ansioso la Pascua. “Viviendo aquí -explica Camilla- el riesgo es acostumbrarse al evento que ha cambiado la historia de la humanidad. Pero todos los días lo siento a flor de piel”. Benedetta y Corrado han decidido seguir a los monjes en Cuaresma en las peregrinaciones del miércoles a los lugares donde tuvieron lugar los hechos narrados en los Evangelios, o bien en las vigilias de cada Sábado en la Basílica del Santo Sepulcro. Es un camino que te hace apreciar más la Fe. “Dando un paseo un sábado por la tarde he conocido a un monje. ¡Me ha invitado a ir con él a las celebraciones al Sepulcro y en seguida me he dejado llevar sintiéndome como uno de ellos!”.

A veces nos encontramos frente a un mistero. “Cuando por curiosidad he pasado la noche en el Sepulcro -cuenta Inés- he sentido la fuerza de la Fe en una humanidad plena”.

Quien vive en Jerusalén y en Tierra Santa y a diario está en contacto con judíos, musulmanes, cristianos de otras confesiones, etc., se tiene la posibilidad de volver a descubrir los orígenes de la propia Fe, sobre todo, en Cuaresma donde se nos invita a pararnos y reflexionar. «Pesach significa “pasaje más allá de la muerte” -explica en uno de los encuentros en el María Niña a los voluntarios Fr. Matteo Munari (docente de arameo del Studium Biblicum Franciscanum), lugar donde viven”. Para los judíos la Pascua es volver a vivir la narración de la salvación a través de la sangre del sacrificio del cordero que los ha liberado de la esclavitud de Egipto. Para nosotros, a través de la sangre de Cristo que salva a la humanidad de la esclavitud del pecado. “Cuando Fra Alessandro Coniglio (SBF) -cuenta Tullia- nos ha explicado el gesto sencillo de dirigir la mano y la palabra a alguien excluido como, por ejemplo, la samaritana, he entendido de verdad la capacidad revolucionaria y universal del mensaje de Jesús”.

Momentos vividos de manera familiar porque, como dice Sara, “gracias a la oportunidad que estoy viviendo con ATS pro Terra Sancta de compartir mi tiempo con los monjes y cristianos locales me siento en casa, a pesar de estar fuera de mi ciudad natal por primera vez”.

El otro momento más esperado es el Viernes Santo en el Santo Sepulcro. La dramaticidad de la Semana Santa encuentra su momento más profundo en la Procesión de la Deposición del Cristo de la cruz hasta la sepultura precisamente allí donde tuvo lugar. Para Tullia, que sigue desde siempre la Procesión del Cristo Muerto a Asís con tanta emoción, la curiosidad surge por una pregunta interna: “quiero verla por lo que me transmite”.

Para todos será único vivir la Pascua porque, respecto al resto del mundo, solo en Jerusalén es donde empieza el sábado por la mañana. Si Clara que, desde hace años vive en Jerusalén, recuerda con alegría el año en el que acompañó a la Basílica a la persona más querida para ella, su madre (que fue a verla), Elena espera con sus padres y Sara recuerda la alegría cuando celebró la Pascua con sus compañeros en un clima familiar. “¡Ciertamente no es fácil entender el misterio de la Resurrección -explica Camilla- pero aquí me doy cuenta de que se percibe de verdad!”

Y sin embargo la vida cristiana no acaba con el día de Pascua porque, explica Benedetta: “es todavía más bonita la peregrinación a Emaús el día después, donde el Señor se apareció por primera vez a los discípulos”. Y es precisamente desde aquí donde el Señor se ha mostrado vivificando el mensaje de la salvación”.

Corrado espera lo que le llamó la atención el año pasado: “volviendo al alba a Jerusalén poco después de Pascua, en cuanto llegué fui al Sepulcro (o sería mejor decir la “basílica de la Resurrección”). En los primeros rayos de luz vi a los cristianos del lugar que saludaban por las calles en griego y en muchos idiomas diciéndome con alegría justo lo que decían los primeros discípulos “cristianos”: “Cristo ha resucitado, ha resucitado de verdad Aquí”.

¡FELIZ PASCUA DE ATS PRO TERRA SANCTA!