Libertad religiosa y diálogo interreligioso: la cuarta jornada de las asociaciones de Tierra Santa en Roma

Giacomo Pizzi4 noviembre 2011

Partir del concepto de libertad religiosa para alcanzar y mantener la paz en Tierra Santa a través del instrumento del diálogo interreligioso: este ha sido el argumento central de la IV jornada de las asociaciones de Tierra Santa que ha tenido lugar en Roma el 22 de octubre, y que ha sido afrontado por varios representantes del mundo eclesiástico y de asociaciones de voluntariado activas en Tierra Santa.  

Tal y como introducido por padre Michael Anthony Perry, Vicario General de la Orden de los Frailes Menores, la identidad religiosa no impide poder reconocer la humanidad y la presencia divina en el prójimo, y justo la tradición cristiana enseña, en una óptica de gratuidad que prescinde de la reciprocidad, la importancia del diálogo para un camino de paz. “La paz es un don que Dios nos ha ofrecido para realizar nuestra identidad humana, cristiana y franciscana”, explicó el padre en su intervención, dando inicio a una jornada rica de testimonios y observaciones personales que han demostrado cómo los conceptos de libertad religiosa y coexistencia entre personas que pertenecen a culturas y religiones diferentes asuman en Medio Oriente y de manera particular en Tierra Santa, diferentes caras a las que se encuentran en Occidente. “Donde religión y fe permean toda la vida pública, tal y como sucede en Tierra Santa, es necesario cambiar de actitud y hablar, más que de libertad religiosa, de respeto por las minorías religiosas, étnicas y sociales”, ha puntualizado de hecho, padre Pierbattista Pizzaballa, Custodio de Tierra Santa, explicando que el deber de todos los “líderes” y formadores religiosos es también el de educar al encuentro con el prójimo para garantizar el respeto de las minorías. “Dialogar con el prójimo es parte integrante de mi vida de fe”, declaró después el padre Custodio, “y abrirse al prójimo no significa aguar la propia fe, porque justo la experiencia en Tierra Santa me ha enseñado que mi historia y mi pertenencia se refuerzan en el encuentro con el prójimo”.

La jornada, organizada por las Ediciones de Tierra Santa en colaboración con ATS pro Terra Sancta, fue concluida con una misa celebrada por el padre Custodio, el cual quiso agradecer de manera particular a los numerosos voluntarios que, de diferentes maneras, colaboran con los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa.