¡Vuelta a la escuela!

Giacomo Pizzi18 octubre 2016

Como todos los años, con puntualidad, septiembre coincide con la vuelta a la escuela, en las aulas, desde el jardín de infancia hasta el instituto y la universidad. Este momento es una cruz y a la vez una bendición para los niños, niñas, adolescentes, maestros, profesores, directores y padres, y supone uno de los pasajes más importantes del año, otra pequeña pieza en la construcción educativa de las nuevas generaciones.

En estos lugares, la Asociación pro Terra Sancta ha velado porque las escuelas y los estudiantes vivieran esta cita de forma deslumbrante, gracias a un proyecto de renovación de las escuelas, actividades estivales y bolsas de estudio en el que han participado diversos institutos de Belén y Jerusalén en los meses de junio, julio y agosto.

El «Project School 2016» comenzó sobre el papel a comienzos del año y ha sido desarrollado gracias a la contribución de la Fraternidad Franciscana del Norte de Italia, que contó con la aportación de conventos y parroquias de las regiones del Véneto, Trentino, Liguria, Emilia Romaña, Lombardía y Piamonte para poder enviar los generosos fondos a la Tierra Santa.

Hemos ido a Jerusalén, para construir desde cero una de las nuevas aulas de la Terra Santa Boys School. Esta escuela abre también la sección de preescolar. En la escuela hemos pintado y redecorado las aulas del jardín de infancia de las monjas misioneras franciscanas del campo de refugiados de Aida, en Belén, de forma que «los niños puedan entrar al menos durante unas pocas horas al día en un entorno limpio, sano y lleno de color, donde puedan hacer lo que mejor se les da: jugar, divertirse y aprender«, dice sor Lucía, la directora de este importante instituto.

También hemos contactado con las monjas de la Rosary Sisters School de Belén, un centro educativo en pleno centro histórico que, entre tantas dificultades, acoge a niños y niñas desde edad preescolar a ciclo medio, y las hemos ayudado a redecorar la sección para los más pequeños, además de proporcionarles equipamiento para los profesores. La directora, sor Davida, nos comenta: «De esta forma hemos creado un espacio preescolar más seguro y proporcionamos a las maestras los instrumentos para comenzar mejor el nuevo curso».

Pero no nos hemos detenido aquí. Hemos ayudado en la organización de los campamentos de verano para niños y jóvenes que llevan a cabo el Step’s Children Development Centre, para estudiantes con dificultades de aprendizaje, el Edward Said National Conservatory of Music, para introducir el mayor número posible de niños al aprendizaje musical y para unir a los jóvenes mediante el sonido de sus instrumentos, además de un innovador curso de Musicoterapia, impartido por el profesor Benatti, de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, para enseñar nuevas técnicas terapéuticas y educativas enfocadas en los sonidos y el aprendizaje musical.

Son muchos los pequeños pasos, las pequeñas intervenciones, las pequeñas piezas que ayudan a construir un futuro educativo sano y de buen nivel para las nuevas generaciones de la Tierra Santa. Gracias por tantas pequeñas ayudas.