Chipre: el Papa visita la Tierra Santa

Giacomo Pizzi25 mayo 2010

Del 4 al 6 de junio el papa Benedicto XVI visitará Chipre en Tierra Santa

En 1219 el barco en el que viajaba Francisco de Asís con dirección a Damietta (Egipto) llegó a la costa de la isla. La tradición dice que dejó en la isla a dos monjes. En un país con una mayoría ortodoxa, será ese uno de los aspectos más esperados del viaje. El Papa ha sido invitado por el presidente Dimitri Christofias y por el arzobispo ortodoxo de Chipre, Chrysostomos II.

Hoy la minoría católica cuenta con 10 mil fieles de la Iglesia Maronita (presente en Tierra Santa), y cerca de 30 mil fieles latinos. De estos sólo un millar son chipriotas autóctonos. El resto lo forman extranjeros. Algunos son europeos, muchos trabajan de forma temporal en la isla, sobre todo provenientes de Filipinas, Sir Lanka, India, pero también de Camerún, Nigeria, Bangladesh y Pakistán.

Los latinos de Chipre están bajo la autoridad del patriarca latino de Tierra Santa de Jerusalén. Su Vicario, un monje menor, el padre Umberto Barato, también está encargado del Nuncio Apostólico que reside en Jerusalén.

Los franciscanos, que también en Chipre forman una presencia secular en la ciudad de Nicosia, Lárnaca y Limasson tienen la responsabilidad de tres de las cuatro parroquias latinas de la isla que se están preparando para acoger al Papa en distintas maneras, por ejemplo con plegarias: al final de cada celebración eucarística se reza una plegaria por el Papa, además de otros esfuerzos organizativos. Se ha constituido una comisión central que coordina una decena de comisiones para acoger al Papa y a su delegación.

“Veo la necesidad de dar a nuestros fieles también una información puntual sobre la figura del Papa en la Iglesia católica”, explica el Padre Barato, “las implicaciones teológicas de su ministerio y también la diferencia que existe entre nuestra Iglesia y la Iglesia ortodoxa en relación a su papel”.

No se debe olvidar que Benedicto XVI, el primer Papa de la historia en visitar la isla, llegará a un país dividido en dos por un muro invisible pero real que separa la República de Chipre (que desde el 1 de mayo de 2004 forma parte de la Unión Europea) del resto de territorio de la zona septentrional de la isla en manos turcas tras la intervención militar de 1974.

Antiguo y difícil es el tema chipriota que también sufre la preocupante situación de la zona norte ocupada, por el inmenso patrimonio cultural cristiano de centenares de iglesias destruidas y violadas.

Pero Chipre fue también tierra de apóstoles. A esta isla llegó Pablo en su primer viaje misionero, acompañado de Barnaba, nativo de la isla. Los dos desembarcaron en Salamina. Atravesando toda la isla se llega a Pafos. La última ciudad es Nicosia (la capital), y éstas serán las dos etapas del viaje a Chipre del Papa Benedicto XVI tras los rastros de Pablo.

Los monjes franciscanos de la Custodia de la Tierra Santa, además de un gran empeño pastoral y cuidado en la preparación de los sacramentos, están particularmente activos en la educación cristiana de los jóvenes a través de las escuelas, formación profesional para los inmigrantes y asistencia social a los más pobres y ancianos. Se vienen realizando diversas actividades en colaboración con las Hermanas Franciscanas del Sagrado Corazón.

Con la ayuda de Stefania Sboarina- Franciscan Media Center