Desde Tierra Santa a Milán: Una contagiosa pasión por la belleza y la conservación
“¡Gente maravillosa! De un equilibrio y una templanza difíciles de mantener en esa tierra de continuos conflictos!” Son palabras de la profesora de Humanidades, del Instituto de Milán Salvador Allende, al término de la lección sobre los mosaicos en Palestina y sobre la historia del Mosai Centre en Jericó. “Lo digo”, continúa, “porque antes de venir a dar clases aquí, era arqueóloga en Tierra Santa…”
La presentación versa sobre las obras de mosaico más famosas de esta tierra, pero a través de las aportaciones del Mosaic Centre, la ONG que forma a chicos y chicas en el estudio de la conservación del patrimonio artístico en Tierra Santa. Hablan Osama Hamdan, profesor de la Al-Quds University y director del Mosaic Centre de Jericó y Carla Benelli, coordinadora de los proyectos culturales para la Asociación pro Terra Sancta. 150 estudiantes del instituto escucharon atentos, todos en completo silencio. Todos capturados por una gran historia de una gran, grandísima tierra.
Una sucesión de imágenes y de nombres de lugares antiguos, parte de una cultura común. Y además, las historias de los jóvenes, los chicos del Mosaic Centre de Jericó, a los que se les ha ofrecido la gran posibilidad de aprender una profesión con una nueva conciencia del patrimonio propio.
Pero no se habla solo de historia: Lo que emerge del encuentro con Osama y Carla es sobre todo la pasión por unos ideales a menudo olvidados: El gusto por la belleza, el seguimiento de lo que uno ama y sobre esto comenzar a construir, sentirse parte del mundo, responsables de lo que nos rodea. Es sobre todo esto lo que impresionó a los estudiantes y profesores del instituto. Como nos dice otra profesora: “Estas personas nos han transmitido su pasión por el trabajo que hacen. Un grandísimo testimonio de cómo se puede construir la paz en un mundo diferente y nuevo. ¡Bellísimo!”
A partir de aquí, la idea es iniciar una relación entre la escuela y el Mosaic Centre de Jericó, a fin de que este encuentro no se reduzca a un momento agradable, sino que se convierta en una ocasión para ayudar y ayudarse en la construcción del futuro.