En Siria se sobrevive. Cada día es una lucha para comer.
Después de más de diez años de guerra, Siria sigue experimentando una profunda crisis.
En Alepo, miles de familias tienen que elegir cada día entre comprar un trozo de pan o calentar sus casas.
No hay trabajo. Los salarios son mínimos. Los bancos solo le permiten retirar $ 30 por semana.
Y el hambre crece.
Debido al conflicto y a las sanciones económicas, hay una falta de productos de primera necesidad.
El gas y la electricidad solo están disponibles durante unas pocas horas al día.
Cocinar una comida se ha convertido en un lujo.
Todos los días, personas de todas las edades (ancianos, familias, niños) hacen cola en nuestro comedor de beneficencia en Alepo.
Muchos han trabajado toda su vida, y hoy se ven obligados a recoger una comida caliente para sobrevivir.
Una escena cada vez más frecuente es la que se produce al final de la distribución:
Una fila de personas desesperadas espera que quede algo, aunque sea un pedazo de pan.
Nuestro compromiso diario en Alepo
En medio de todo este dolor, Pro Terra Sancta no se detiene.
Todos los días estamos al lado de los que tienen hambre, de los que no pueden sobrevivir, de los que lo han perdido todo.
Con el proyecto “Cinco panes y dos peces” garantizamos:
- 1.200 comidas calientes al día, cocinadas en la cantina
- 600 kg de pan al día, producido en nuestra panadería solidaria, repartido seis días a la semana
- Entregas a domicilio para quienes no pueden salir de casa: ancianos solos, enfermos o discapacitados
- Apoyo a orfanatos y residencias de ancianos, a los que proporcionamos más de 50 comidas al día














