Trípoli, un antiguo bastión cruzado ubicado en el norte del Líbano, es ahora una ciudad marcada por la pobreza y el desempleo y para muchos la única fuente de ingresos son las remesas de familiares del extranjero.
Entre los edificios del barrio del puerto se alza el convento franciscano, que los habitantes ya llaman “el oasis de Al-Mina”. Es un lugar bello y ordenado, donde todos pueden sentirse acogidos: el deporte y la música se convierten en el lenguaje común que permite a cristianos y musulmanes conocerse y dialogar, y el dispensario médico se convierte en un punto de referencia fundamental para quienes lo necesitan todo. Desde la distribución de medicamentos difíciles de conseguir hasta la realización de chequeos médicos gratuitos, ayudamos a las personas que no pueden costearse los gastos de la sanidad pública o privada.
Un hogar para todos
Desde 2017, gracias al apoyo de Pro Terra Sancta, el Convento de Al-Mina ha sido testigo de importantes renovaciones y el inicio de nuevas actividades, transformándose en un centro vital para la comunidad. ¡Obtenga más información en el mapa a continuación!














