Con la nariz hacia arriba: la primera clase de niñas visitan la Basílica de Getsemaní

Giacomo Pizzi10 octubre 2012

Alrededor de cuarenta niñas, vestidas con la uniforme escolar, se acercan curiosas a la iglesia, dan una mirada desde el portón entornado, observan las excavaciones del área arqueológica externa, se quedan encantadas por los enormes olivos milenarios del jardín. Están emocionadas por esta salida inusual, que por primera vez las trae a visitar la Basílica de Getsemaní, cercana a su escuela, pero que jamás habían visitado.

Desde algunos meses en esta iglesia se aloja un astillero: en la actualidad se restauran los mosaicos de las cúpulas interiores, y se continuará con la restauración de la fachada, del techo y del piso. Al mismo tiempo se está realizando un curso de formación para cinco muchachos locales, que poco a poco están aprendiendo, gracias a las manos expertas de sus formadores, la técnica y el arte del mosaico. El objetivo del proyecto no es sólo la restauración, sino también se pretende aumentar la conciencia y el interés de los jóvenes por el patrimonio histórico y artístico de su país, y que se involucren en él.

Siempre con este objetivo de involucrar y acercar los jóvenes de Jerusalén a las bellezas de su territorio, se ha comenzado a realizar actividades con las escuelas. Las niñas bajan caminando del Monte de los Olivos, donde se encuentra el Instituto femenino Al-Tur. Khaled Hamdan, coordinador de las actividades con las escuelas, expresa: “Hemos comenzado a contactar todos los institutos de los barrios árabes cercanos a la Basílica, después nos extenderemos a toda la ciudad”.

El día 4 de Octubre una clase de la escuela de Al-Tur, acompañada por Khaled y por Osama Hamdan -el arquitecto colaborador de ATS pro Terra Sancta y responsable de las obras de restauración-, ha participado en la primera de las visitas que serán organizadas cada semana. Todas las muchachas, así como las cuatro maestras que las acompañan, llevan un sombrero con un mosaico particular del Getsemaní y los logos de los financiadores que están realizando el proyecto: ATS pro Terra Sancta, Custodia de Tierra Santa, Mosaic Center de Jericó, Programa PMSP del Consolado Italiano, Municipalidad de Rovereto, Fundación Opera Campana dei Caduti (Obra Campana de los Caídos)  y Fundación Cassa di Risparmio (Banco de Ahorro) de Trento y Rovereto.

La visita empieza desde el exterior, donde las muchachas escuchan atentas la historia de la Basílica, y observan sobre el mapa sus evoluciones históricas-arquitectónicas realizadas durante el curso de los siglos. Después se sigue al interior, donde el artista experto en mosaicos, Raed Khalil, habla sobre su trabajo y muestra a las niñas los mosaicos que se encuentran sobre las cúpulas y sobre el piso.  Algunas toman notas, otras se quedan con la nariz hacia arriba, encantadas por los colores y por las figuras tan finamente realizadas. Después se acercan a la mesa donde dos de los muchachos practicantes están trabajando sobre la copia de un detalle de un mosaico. Los trozos de vidrio que forman el mosaico – enviados por una empresa italiana – resplandecen iluminados con la luz de la lámpara. Las niñas, al final de la visita, piden una muestra para llevársela a su casa, como recuerdo de esta excursión especial. Una de ellas, antes de salir, pregunta con timidez: “¿Puedo traer a toda mi familia a visitar el Getsemaní?”.

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